El expresident del Govern Gabriel Cañellas anunció ayer que abandona la presidencia de la Fundació Illes Balears, entidad que creó hace 25 años con el propósito de la adquisición y restauración de elementos de patrimoniales de relevancia de las islas. Fue en el transcurso del 25 aniversario de la entidad, que se celebró en la finca de Son Pax, propiedad de la Fundació, donde comunicó su adiós.

Cañellas relató los inicios de la entidad, cuando un grupo de empresarios isleños pusieron 600 millones de las antiguas pesetas para iniciar la adquisición de patrimonio.

Primero fue Son Pax, le siguió el castillo de Sant Elm (Andratx), el Fortí de Cala d’Or (Santanyí), s’Illot (Muro), el poblado talayótico de Torralba (Menorca), el Molí de la Mola (Formentera) y la finca de Can Ros (Eivissa).

“Un grupo de empresarios valientes creyó en la necesidad de preservar un patrimonio y un paisaje para que todos los isleños, y algunos de los que nos visitan, puedan disfrutarlo”, aseveró Cañellas.

El vicepresidente del Govern, Antonio Gómez; el conseller de Agricultura y Medio Ambiente, Biel Company; la presidenta del Consell, María Salom, y el alcalde de Palma, Mateo Isern, asistieron al multitudinario acto de la Fundació Illes Balears.

La gran ausencia, al ser una celebración tan significativa, fue la del president del Govern, José Ramón Bauzá. Cañellas aseguró que había sido invitado, al igual que todas las principales autoridades.

Al preguntar al expresident que le parecía la ausencia de la primera autoridad de Balears en el 25 aniversario de la Fundació contestó: “Es una cuestión que deben formularle a él”.

Durante su emotivo parlamento, Gabriel Cañellas anunció que deja la fundación. “Son 25 años y yo ya tengo muchos. Es preciso dar entrada a gente con nuevas ideas y nuevas energías para poner en marcha nuevos proyectos”, explicó el expresident Cañellas.

Añadió que ya hay nombres para sustituirlo en la presidencia, pero esta decisión debe esperar: “El presidente de la Fundació Illes Balears debe ser una persona que tenga tiempo y que tenga ganas de trabajar en favor de nuestro patrimonio. Creo que hay personas de este perfil”, apostilló.

Problemas judiciales

Durante su discurso, Cañellas no se olvidó de los problemas judiciales a raíz de la “persecución política hacia nuestra entidad”. Habló de la denuncia de la Administración de Hacienda que llegó hasta las más altas instancias y tuvo que ser la Audiencia Nacional la que los absolviera. Asimismo, se refirió a su imputación por el Castillo de Sant Elm, cuando el no tenía el poder de decisión en la Fundació. Eran los patronos.

Los grandes empresarios turísticos son patronos vitalicios de la entidad y Cañellas también era el presidente vitalicio. En el día de ayer estaban presentes miembros de la familia Barceló, Riu, Rotger o Escarrer, entre otros empresarios, que son miembros de la Fundació Illes Balears.

Gabriel Cañellas vivió ayer uno de los días más importantes de los últimos años y se le veía feliz. Aprovechó la presencia de los fotógrafos para inmortalizarse junto a sus políticos preferidos: Isern, Company y Salom.

El expresident soltó alguna de sus habituales perlas. Habló de que si un día la Fundació Illes Balears desapareciera todo el patrimonio pasaría a ser propiedad del Govern. Justo después se dirigió al vicepresidente Gómez y en castellano le espetó: “Antonio, sería como si al Govern le hubiese tocado la lotería”.

Todo el acto fue en perfecto catalán de Mallorca y todos los rótulos con el artículo literario, justo lo contrario de lo que pregona el Ejecutivo de Bauzá. Cañellas se refirió a la ausencia de la consellera de Educación, Joana María Camps.

En tono jocoso la disculpó porque “en los últimos días he visto que está trabajando para conseguir la paz educativa boca abajo”, en clara alusión a la campaña de los docentes.

Un numeroso grupo de exconsellers de los gobiernos de Cañellas quiso acompañar a su eterno “president” en un día muy especial para él. Es el caso del exvicepresidente Joan Huguet, y los exconsellers Joan Flaquer, Francesc Gilet o Catalina Cirer.

Asimismo, estaba presente la exalcaldesa de Andratx, Margalida Moner, persona muy próxima al expresident y que intervino en la compra del Castell de Sant Elm.