Este próximo 15 de octubre la SPRI ha organizado la jornada Basque Industry 4.0. En este blog ya hemos hablado de la industria 4.0, esa apuesta que en Europa parece encabezar Alemania pero que bien podemos considerar un fenómeno global muy ligado a la Internet de las cosas en su más amplio sentido. La productividad máxima, el santo grial que la industria del primer mundo lleva tanto tiempo buscando, parece que ahora puede tener mucho que ver con esta «cuarta revolución industrial», tal como nos presentan en la web de Basque Industry 4.0:
La cuarta revolución industrial está dando lugar a lo que podemos denominar la Fábrica Inteligente y que Alemania ha definido como Industria 4.0. Se trata de una versión informatizada de la fábrica en la que todos sus procesos se encuentran conectados e interactúan entre sí. El desafío para esta nueva revolución industrial residirá en el desarrollo de software, sistemas de análisis masivo de datos y su almacenamiento, la incorporación de sensores y electrónica a los elementos que interactúan en los procesos productivos y en los productos derivados de ellos, la convivencia hombre – máquina y la disponibilidad de información enriquecida para una mejor y más acertada toma de decisiones.
Son muchos los gurús que están ahondando en esta «revolución». Entre ellos uno que se ha apuntado a la fiesta es Jeremy Rifkin. Tras su libro anterior, La Tercera Revolución Industrial, ahora acaba de publicar, como comentábamos hace unos días, «La sociedad de coste marginal cero». Y para dejar más claro de qué va el asunto, el subtítulo no deja lugar a dudas: El Internet de las cosas, el procomún colaborativo y el eclipse del capitalismo. Toma nota.
En unos días terminaré de leer el libro, pero la idea de fondo queda muy clara: la ciencia ficción deja de serlo. No sé hasta dónde. Eso sí, yo confieso que el futuro que nos dibujan me inquieta. Y mira que a este Rifkin le ha dado un ramalazo optimista tremendo, pero el discurso acaba por poner sobre la mesa la desaparición del empleo tal como lo conocimos. La «manufacturación» da paso a la «infofacturación». Software y máquinas harán mejor lo que antes hacían cientos de humanos. Se empeñan en llamarlo progreso.
Ya veremos qué da de sí la jornada del 15 de octubre. Pinta interesante. Creo que hay que profundizar seriamente en la repercusión social de la Internet de las cosas y de las capas de información digital ubicuas. Nunca como ahora se está escribiendo tanto de una conexión global entre millones y millones de objetos. Una conexión de (casi) todo con (casi) todo. Y la información elevada a la enésima potencia parece no ser obstáculo: cada vez cabe en lugares más pequeños, cada vez es más fácil de transportar. Algo incomprensible para un simple humano como yo. Dice Rifkin refiriéndose por ejemplo a una nueva tecnología de almacenamiento y recuperación de información basada en ADN (p. 114):
Según George Church, investigador de Harvard, la información que se almacena en todas las unidades de disco del mundo se podría almacenar en una cadena de ADN que cabría en la palma de la mano. Los investigadores añaden que los datos en forma de ADN se pueden conservar durante siglos siempre que se tengan en un medio oscuro y fresco.
La jornada Basque Industry 4.0 dedica la mañana a una ponencia de Wolfgang Whalster (a quien ya citamos por aquí en otro artículo), unas charlas sobre tendencias y una mesa redonda. La tarde se completa con una serie de talleres: fabricación aditiva, robótica colaborativa, sistemas ciberfísicos, realidad aumentada, cloud computing y big data. Además, han organizado un área expositiva en la que podrás encontrar las propuestas de Tecnalia, Ibermática, IK4, Innovae Augmented Reality, NEM Solutions y Sisteplant.
Allí estaremos. Mirando al futuro, matando la ciencia ficción y haciéndola (en potencia) cada día más real. Nos vemos. Inscripción gratuita aquí.
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La imagen para la home del blog es de Ron Zack en Flickr.
6 comentarios
Gracias por tu post Julen,
Pronosticar el fin del Capitalismo a favor del Procomún Colaborativo suena algo atrevido. No obstante, IoT abre unas posibilidades teóricas que hasta hace poco no existían.
El escenario de la reducción de costes se ha basado, únicamente, en la adquisición de la última tecnología «In The Box», suministrada por grandes corporaciones, es más de lo mismo. Para mi el movimiento interesante pasa por que la industria favorezca empoderamiento tecnológico de sus trabajadores. La idea del Fab Lab me sigue pareciendo muy sugerente también en la industria 4.0.
Nos vemos en Basque Industry 4.0
Asier, es que el Jeremy Rifkin está desmelenado (hasta donde puede el hombre, claro, jejeje) con lo de que estamos a las puertas de una nueva revolución, de un cambio de paradigma, basado en la conjunción de lo que él llama la internet de la energía, la internet de las comunicaciones y la internet de la logística. La IoT sería la plataforma común que hace posible esa revolución. Ya ves que mira alto el buen señor 😉
Lo dicho. Nos vemos el 15 de octubre.
Para los que no quieran (o no puedan) leer todo el libro propongo que vayan directos al capítulo 6 (por lo de «fabricación avanzada» que dice el RIS3 en terminología ya anticuada) y con referencias directísimas a Alemania (espejo en el que parece que nos miramos) en las páginas 132-133.
Algo que me parece muy relevante es «ver» toda la innovación social (aplicada) que subyace en muchos de sus planteamientos. Para lo del «Cuarto Sector» está el capítulo 14 enterito.
El libro entero es muy bueno y apunta procesos, debates, dilemas -al fin y al cabo- muy determinates para nuestro futuro y que necesitamos acometer ya.
Mientras tanto, muchas de las personas «genuinamente» innovadoras (hackers, makers, prescriptores del procomún, militantes y hacedores de otras economías – entre ellas la colaborativa- y otra sociedad más sensata y digna, etc) de este País pasándolas canutas.
Gracias por pasarte por aquí, Pablo. Pudiera ser que el sistema se haya comido la innovación social y la esté incorporando descafeinada en su más rancio corazón. Todo lo alternativo al capitalismo parece que corre el riesgo de ser canivalizado. Pero no queda otra que seguir proponiendo opciones. Toda esa gente «genuinamente» innovadora que comentas se lo merece, ¿no?
Con lo de ColaBoraBora, y su estado de coma anunciado, tenemos la concreción de mis intuiciones del último párrafo y parte de la respuesta a tu pregunta final ¿no?
Pues espero con toda mi alma que el futuro se despeje de tanto nubarrón 🙁