El logotipo es una banana como la que Andy Warhol diseñó para el disco The Velvet Underground & Nico en 1967, pero en esta versión es sólo una cáscara, colocada en el suelo a riesgo de que alguien la pise y sufra una caída al estilo de los personajes de dibujos animados. Cinismo Ilustrado es una web humorística que no te permite reír con tranquilidad, que perturba lo cómico con la amargura, la acidez y la crítica. Aún así, uno descubre con agrado que la sonrisa inicial se mantiene a pesar de todo.

Eduardo Salles (México, 1987), diseñador, ilustrador, escritor y publicista, es la mente creativa tras el cuaderno digital de viñetas cáusticas que ya lleva cinco años ganando adeptos en Internet y que cuenta ahora con un grupo de Facebook que recibe de dos a cuatro millones de hits a la semana. Siempre en un tono de fingida formalidad, el autor confiesa su gusto por "la cultura pop, la procrastinación con moderación y responder entrevistas sin mucha seriedad" y su contestación es sencilla a la hora de enumerar influencias: "Quino y otros dos que ya no recuerdo. Soy pésimo con los nombres".

Recién publicado por la mexicana Tumbona Ediciones, el libro Cinismo Ilustrado es un grandes éxitos de la página homónima, un compendio de reflexiones digitales —ahora "en su tinta"— que incluyen temas a los que Salles se aproxima con frecuencia. El amor, el desengaño, el fracaso personal, la política, el fútbol, Internet...

A Internet se acerca con una mordacidad implacable: dos manos manejan un móvil bajo la leyenda "la vida es eso que pasa mientras miras el celular". Un baremo de "unidades de medida del mundo moderno" cuantifica el narcisismo en selfies y la ansiedad en notificaciones leídas de Wassap. Salles sin embargo descarta que se ensañe especialmente: "Creo que hablo mucho de Internet porque soy de una generación que crece y vive con Internet. Para mí no es una "obsesión", es mi realidad, lo cotidiano. No me preocupa ni personal ni laboralmente: al final seguimos siendo humanos con nuevas tecnologías que cambian la forma en que interactuamos".

Recuerda los comienzos de su página — que inauguró cuando todavía era estudiante universitario— con tono peliculero: "Nació una apocalíptica tarde del 4 de Mayo del 2009, en la Ciudad de México. El virus A1H1 amenazaba convertir al mundo en un mal capítulo de The Walking Dead, así que la orden del gobierno fue encerrarse en casa y matar el aburrimiento con blogs de mala calidad. Casi ninguno sobrevivió. Cinismo Ilustrado lo hizo".

Ahora está en un punto en que sus ilustraciones y comentarios son capaces de provocar debates encendidos en las redes sociales. "No puedes hacer sentido del humor y afrontar las polémicas sin él. La mayoría de las veces es divertido ver a las personas sobreproducir bilis por una simple imagen. Las reacciones son parte del análisis, entender qué nervio se presionó y por qué es tan importante para que alguien quiera verte muerto (y gaste 30 minutos de su vida en escribirlo)".

La última polémica la generó con un mapa de Norteamérica que esbozaba con símbolos "todo lo que no existiría si México no hubiera perdido la mitad de su territorio con Estados Unidos". Entre los 'inventos' estaban la industria cinematográfica de Hollywood, Apple, Google, la serie de televisión Breaking Bad, Beyoncé. "Cuando el tren del nacionalismo choca de frente contra el tren de los hechos, el resultado es una catástrofe ideológica con explosiones cómicas", desdramatiza.