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Hay varios requisitos que debe cumplir un lugar para ser PetFriendly: proporcionar agua fresca y bolsas biodegradables para los desechos, el manejo de las deposiciones e higiene debe de ser impecable, contar con basureros para su eliminación, un estricto control de limpieza y desinfección y ofrecer productos específicos para ellos, como alimentos y juguetes.
"Para mí, vamos por buen camino, cada día más sitios empiezan a vincularse. Lo importante es dar ejemplo, ser respetuoso y cultivar el buen comportamiento", cuenta Alexandra Hoyo s, promotora de la etiqueta #PetFriendlyMedellín, quien ha encontrado en su blog y en las redes sociales, el único medio para difundir esta labor.
"Son la forma mas fácil de socializar esta campaña. Vía Instagram, Facebook, Twitter, y, en el blog, se hacen periódicamente informes", aclara Alexandra, quien ha logrado llamar la atención incluso de algunos negocios que se han unido a la etiqueta.
En el Valle de Aburrá hay alrededor de 26 lugares, entre centros comerciales, tiendas, restaurantes, cafés y bares, que han abierto sus puertas a los animales de compañía.
"Es chévere cuando los clientes llegan con el perro y podemos abrirles las puertas, la gente se siente muy bien. Hasta ahora, no hemos tenido ninguna mala experiencia. Los dueños son responsables, se han portado a la altura e, incluso, nos ha sorprendido que nadie se ha quejado por la presencia de algún perro", explica Carolina Ríos, de Amarillo Chocolate.
El éxito de este experimento depende de todos: dueños sensatos, animales bien educados, clientes tolerantes y establecimientos adecuados.
"Hay respeto de todas las partes, pero el dueño debe saber si es ideal llevar a su mascota a restaurantes o si estaría más cómodo en espacios abiertos", dice Alexandra.