Carlos Velázquez

Veranda

Carlos Velázquez

18 Jul, 2018

Graco Ramírez pisotea al turismo de Morelos

Han pasado 18 años o más desde que el turismo en México paulatinamente dejó de ser una actividad “coctelera” para convertirse en uno de los sectores económicos más importantes del país y, sin embargo, todavía se escriben historias propias de la Edad de Piedra.

La más reciente está en curso y el autor es el gobernador de Morelos, Graco Ramírez, quien al más puro estilo de Roberto Borge o Javier Duarte, los egregios exgobernadores presos de Quintana Roo y Veracruz, decidió dilapidar no sólo todos los recursos del impuesto al hospedaje, sino lo correspondiente al impuesto a la nómina.

Todavía no hay elementos para saber si dentro de unos meses Ramírez será acusado de malversación de los recursos públicos.

El saldo, hasta ahora, como ocurrió con Borge y Duarte, es que caminó por encima de empresarios y trabajadores de la industria turística de Morelos y, además, optó por matar la promoción de una actividad que, a pesar del mal gobierno, sigue generando riqueza y empleos.

Resulta que la semana pasada, Ramírez envió al Congreso local una iniciativa de ley, para desviar los recursos que se habían acumulado en el Fideicomiso de Turismo provenientes del pago del 3.5% del impuesto al hospedaje.

Pero además hizo lo mismo con el fondo donde se acumulan los recursos del impuesto sobre la nómina.

Lo peor de todo fue que 21 diputados levantaron la mano y pasaron la iniciativa, cuyo propósito fue darle sustento presupuestal a una Fiscalía Anticorrupción y otra Antisecuestro.

En el primer caso Ramírez ya tiene a quien será el titular, algo así como un fiscal carnalito que le cuide la espalda cuando llegue en septiembre Cuauhtémoc Blanco para completar su hazaña de pasar de futbolista a
gobernador.

Como el fiscal carnalito estaría en el cargo varios años, la idea es que dicho personaje dificulte al extremo comprobar los actos de corrupción de Ramírez en caso de que haya incurrido en ellos.

El asunto provocó una revuelta en el Consejo Coordinador Empresarial de Morelos y, ahora, los empresarios están promoviendo amparos para tratar que esos fondos no terminen nutriendo a las fiscalías.

En el caso concreto del turismo se esperaba recaudar en el año, por lo menos, 42 millones de pesos, una cifra que se determina en función de lo ocurrido el año previo.

Lo peor del caso es que buena parte de ese dinero ya se gastó en acciones como Cinema Planeta de la India; una campaña para los balnearios y un evento que se llama Sabores de Morelos cuyos proveedores no han cobrado y, probablemente, no podrán cobrar por los mismos. Estos fondos sirven, también, para empatar las partidas del Consejo de Promoción Turística de México; mientras que el monto muy superior del impuesto sobre la nómina, debería ser para apoyar proyectos que mejoraran la competitividad de las empresas.

Los empresarios también le pidieron a Blanco promover una controversia constitucional para frenar la medida, pero, hasta este momento, Graco Ramírez está apostando a que saldrá airoso de su inverosímil faena.

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