Primera exposición en los EE UU dedicada a Marlene Dietrich, la superestrella andrógina

  • La estrella nacida en Alemania protagoniza la exposición 'Vestida para la imagen', la primera sobre una actriz andrógina que gustaba a hombres y mujeres.
  • 'Me visto para la imagen. No para mí, no para el público, no por la moda, no para los hombres', dijo en la declaración de principios que bautiza a la muestra.
  • Antinazi, bisexual, símbolo gay y con gran sentido del humor, Dietrich está considerada la novena mejor actriz de la historia por el American Film Institute.
Irving Penn retrata a Marlene Dietrich en 1948
Irving Penn retrata a Marlene Dietrich en 1948
National Portrait Gallery, Smithsonian Institution; gift of Irving Penn © Conde Nast
Irving Penn retrata a Marlene Dietrich en 1948

Magnética, divertida, de lengua afilada y ninguna vergüenza al mostrar una ambigüedad andrógina, la actriz Marlene Dietrich (1901-1992), nacida como alemana y fallecida como estadounidense —nacionalidad que adquirió en 1938 por su radical antinazismo— será objeto de la primera exposición dedicada a su carrera en el país en el que se convirtió en superestrella y símbolo. No por casualidad está colocada en el noveno lugar como la mejor actriz de todos los tiempos en la clasificación del American Film Institute.

La muestra, titulada Marlene Dietrich: Dressed for the Image (Marlene Dietrich: vestida para la foto), acaba de ser anunciada por la National Portrait Gallery de Washington. Se celebrará entre el 16 de junio de este año y el 15 de abril de 2018 y toma el título de una de las agudas frases de la actriz: "Me visto para la imagen. No para mí, no para el público, no por la moda, no para los hombres".

La exposición muestra la vida e influencia de la actriz a través de medio centenar de objetos, incluyendo correspondencia, clips de películas y fotografías, desde imágenes de la colección personal de la actriz hasta obras firmadas por autores de tanto renombre como Irving Penn.

“Dietrich es un estudio de contrastes desde muchos puntos de vita”, dice la historiadora y curadora de la exposición de la Galería Nacional de Retratos, Kate C. Lemay en unas declaraciones distribuidas por la pinacoteca. “Ella era conocida por su disciplina y dedicación a su oficio mientras rompía las barreras sociales y asumía la independencia femenina”, añade.

La actriz alemana, hija de un agente de Policía de Berlín que murió al caer de un caballo cuando la hija tenía siete años y educada por una madre de estrictos valores prusianos que volvió a casarse con un compañero de trabajo del primer marido, el magnetismo andrógino de Dietrich fue notable desde la preadolescencia, cuando actuó como corista en espectáculos de variedades en la capital licenciosa y de sexualidad libre. Con el tiempo, la actriz confesaría abiertamente que era bisexual desde joven.

La cabaretera fatal Lola-Lola

Aunque había participado como actriz de reparto en media docena de películas prescindibles y en revistas musicales, la fama le llegó con el papel estelar femenino en la primera película sonora europea, El ángel azul (1930), donde interpretaba a la atrevida cabaretera Lola-Lola que lleva a la perdición a un respetable profesor.

La película causó sensación internacional, en especial porque las canciones tenían letras insinuantes y Dietrich exhibía sus muslos en una época de gran pacatería en el cine comercial. En 1933 El ángel azul sería prohibido en Alemania por el régimen nazi, cuyos dirigentes adulaban a Dietrich en privado y le prometieron protección y trato de favor de permanecer en el país para impulsar la industria cinematográfica.

Nominada al Oscar

Pero la estrella era demasiado libre para aquellos torpes políticos reaccionarios y aprovechó las tentadoras ofertas de Hollywood para viajar a los EE UU. El director Josef von Sternberg construyó en torno a Marlene Dietrich el mito de la diva y rodó con ella siete filmes, algunos de tanta pegada comercial como Marruecos (1930), por la que fue nominada al Oscar.

La entrada en el mercado competitivo de Hollywood fue dura: tuvo que aprender inglés, refinar su apariencia, perder 15 kilos para ser más esbelta y extraerse las muelas del juicio para tener un perfil frontal ovalado. Se depiló las cejas como Greta Garbo, aprendió trucos de maquillaje y ensayó los gestos que más la favorecían en pantalla.

Su mejor papel, a los 57 años

Una vez establecido el mito, quedó atada a la imagen que le daba fama y explotaría su apariencia enigmática con papeles exóticos y ambiguos. No firmó una gran carrera con la excepción de Sed de mal, de su amigo Orson Welles, donde a los 57 años ofreció una interpretación inolvidable.

Fue sin embargo una de las estrellas más importantes de Hollywood cuando las películas sonoras eran todavía una novedad y llamó la atención, sobre todo, porque "desafió las nociones estrictamente limitadas de la feminidad del momento a través de su estilo de vida y moda", como dicen los organizadores de la muestra.

18 meses actuando para los soldados

Recibió muchos galardones, entre ellos la Medalla de la Libertad, por su intensa participación durante año y medio en los shows itinerantes a las tropas de los EE UU destinadas en Europa durante la II Guerra Mundial, a menudo en la primera línea del frente de batalla. La estrella de origen alemán sigue siendo a día de hoy "un símbolo de la lucha contra el nazismo, un ícono de la moda y una figura influyente" de la comunidad queer.

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