Una estudiante de licenciatura de diseño publicitario presentó una denuncia por acoso estudiantil de parte de sus tutores de tesis de la Universidad Hispanoamericana ante el Consejo Superior de Educación (Conesup) el pasado 14 de setiembre.
De acuerdo con la denuncia de la cual DIARIO EXTRA tiene copia, la universitaria Esther López asegura que se siente frustrada y burlada por el abuso de poder, tanto de la Universidad, como por la tutora que le devolvió constantemente el trabajo y la hizo sentir como ignorante.
“He decidido hacer esto público porque ya no aguanto más los atropellos de que fui víctima durante el proceso de elaboración de mi tesis en diseño publicitario. Esto implica que me retiro y deberé pagar de nuevo todo, pero en otra universidad, porque ya por salud no debo seguir en la Hispanoamericana”, destacó la estudiante entre lágrimas porque asegura que el esfuerzo que ha puesto ella y el apoyo de sus padres no son merecedores de lo que están viviendo.
En el 2015, Esther López presentó como trabajo de tesis de licenciatura en diseño, la elaboración de un juego didáctico para niños y niñas de 6 a 8 años sobre la Campaña Nacional, para el Museo Histórico Cultural Juan Santamaría. Sin embargo, un año después de haber pagado todas las tutorías decidió abandonar el proceso porque considera ha sido víctima de acoso estudiantil
“Me debilitaban el avance de la tesis, un paso que daba y me devolvían tres. Me amenazaban con que si no hacía lo que ellos decían no me graduaría y con los tres tutores fue un martirio trabajar”, manifestó la estudiante. Agregó que unido a esos atropellos se topó con problemas de comunicación de tipo administrativo, donde la culpa siempre se la endosaron a ella como estudiante y sin responsabilidad del docente.
Como ejemplo señala las notificaciones sobre el proceso de prematrícula del curso de Investigación Dirigida a través de Facebook y cuando se presentó a realizar el trámite le indicaron que ya había pasado el tiempo, por lo que debió solicitar una carta para cumplir con la matrícula.
“Matriculé la modalidad de graduación y mis papás pagaron ¢422 mil, pero la universidad nunca impartió dicho seminario. Cuando inicié las tutorías con el profesor José Pablo Román me achacaba que no sabía nada de investigación y que requeriría de más asesorías, pero que no me saldrían gratis”, destacó la denunciante. Adujo que por tal insinuación presentó la queja ante la directora de carrera y le cambiaron el tutor.
Dentro de las inconveniencias que señala la universitaria está que luego de realizar unas entrevistas y en el momento del análisis de resultados, la tutora le pide que debe solicitarles a los entrevistados algunos datos personales. Entre estos la copia de la cédula de identidad, años de servicio, copia del título universitario, universidad de procedencia, grado académico y domicilio.
“Estos datos me los pidió la tutora Virna Ureña, quien también es la directora de la carrera, dos meses después de haberme autorizado las entrevistas y ya con el análisis de resultados hecho”, subraya López en su queja ante el Consejo Superior de Educación.
A raíz del segundo inconveniente, la estudiante conversa con el gerente de la Universidad, Jeffry Jones y el vicerrector Raúl Pinto. Ambos acordaron cambiarle la tutora y le asignaron a Elizabeth Meza con el entendido de que ella revisaría el proyecto y continuaría con lo avanzado por la estudiante.
Según la nota ante el Conesup la tercera tutora le indica que todo lo avanzado en la tesis no estaba correcto y que debía rehacer el documento. Además, ordena ampliar el rango de edad del juego didáctico que Esther laboraba como propuesta al Museo Histórico Cultural Juan Santamaría y que se establecía entre los 6 y 8 años. La nueva disposición de la tutora implicaba hacer nuevamente las entrevistas realizadas en mayo.
Por su parte doña María del Carmen Matamoros, madre de Esther, dijo al Periódico de Más Venta en Costa Rica, que su hija tiene un excelente récord académico y que la denuncia no la hacen para que les regalen nada. Agregó que no aceptaron continuar con la Universidad, a pesar del ofrecimiento que le hicieron para terminar el proyecto de graduación, sin cancelar nuevamente la matrícula.
“Otra anomalía que yo veo es que Esther hizo toda la licenciatura por tutorías, porque ellos abren la carrera y les dicen a los estudiantes que matriculen, pero después les aseguran que no matricularon suficientes alumnos, entonces imparten la materia por tutoría. Imagínese que la directora de carrera era tutora de dos grupos: el de bachillerato y licenciatura a la misma hora”, manifestó la madre de la universitaria.
SERIEDAD Y PRESTIGIO
El gerente general de la Universidad Hispanoamericana, Jeffry Jones, manifestó que en aras de que la estudiante concluyera su proceso de tesis de grado en diseño publicitario acordaron reintegrarle el monto completo que pagó por la modalidad de graduación. Además, asegura que le extendieron sin costo alguno una prórroga adicional de tres meses para que terminara con satisfacción el proyecto de graduación.
Jones agregó que la estudiante tuvo discrepancias sobre asuntos metodológicos del proyecto con la tutora y sobre este punto no hay conciliación. “Ninguna universidad seria le va a decir a un tutor que cambie su metodología para satisfacer el requerimiento particular del estudiante, porque el estudiante está llamado a seguir las instrucciones del tutor”, subrayó Jones.
Hicimos la consulta al Conesup y nos indicaron que la denuncia fue recibida el 19 de setiembre en Inspección y Títulos, la cual se encuentra en análisis.
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CRÉDITOS: Foto: Isaac Villalta
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Martes 11 Octubre, 2016
HORA: 12:00 AM
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