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La chinche de cama tropical reaparece en Florida

Las chinches de cama tropicales resurgen en Florida

1 Diciembre, 2016

En diferentes posts acerca de las chinches de cama, publicados con anterioridad, hemos visto que se trata de una plaga que ha resurgido con fuerza en los últimos años. A mediados del siglo pasado, estos insectos hematófagos fueron prácticamente erradicados en los países desarrollados por el uso de ciertos insecticidas organoclorados como el conocido DDT. La prohibición de estos compuestos, pero sobretodo el fenómeno de la globalización, con un elevado tránsito de viajeros a nivel mundial, ha propiciado el resurgimiento de las chinches; convirtiéndolas nuevamente en un problema de plagas de primer orden. Por lo general, la especie de chinche más frecuente es Cimex lectularius. Sin embargo, en EEUU acaba de reaparecer otra chinche que también se creía erradicada, la chinche tropical (C. hemipterus) de la cual hablaremos a continuación.

La chinche de cama tropical es morfológicamente muy similar a C. lectularius, por lo que resulta bastante complicado distinguirlas por los no expertos. Sólo se diferencian en la escotadura del margen anterior del pronoto, que es mayor en la chinche común. Por lo demás, presentan el mismo tipo de comportamiento cuando infestan una vivienda. Durante el día, viven refugiadas en grietas, orificios o rendijas de colchones, somieres, cabeceros, mesas, cajones, cuadros, paredes, etc. Por la noche salen para alimentarse de la sangre de sus víctimas, provocando picaduras cuya gravedad dependerá de la sensibilidad de la persona atacada.

Mientras que la chinche de cama común es una especie cosmopolita, C. hemipterus es propia de zonas tropicales y subtropicales, ocupando una franja geográfica terrestre entre los 30º de latitud norte y los 30º de latitud sur. En los últimos veinte años se han detectado infestaciones de esta especie en Tanzania, Australia, Sri Lanka, Brasil, Malasia, Singapur, Bangladesh y Tailandia. En dichas localizaciones suele convivir con C. lectularius. Sin embargo, ha saltado recientemente la noticia en Florida (EEUU), donde la chinche de cama tropical se ha vuelto a dejar ver. Se trata de una reaparición en toda regla, puesto que esta especie ya fue detectada en esta zona durante los años 40 del siglo pasado. Después de varias décadas sin registros sobre ellas, expertos de la Universidad de Florida han confirmado su identificación en varios ejemplares recolectados en dicho estado.

Lejos de ser un caso aislado, estas chinches han sido identificadas en varias zonas de Florida. Lo que no queda claro es si este insecto ha permanecido todo este tiempo en la región, diezmado por el uso de los productos químicos citados anteriormente; o por el contrario ha sido reintroducido y ha dado lugar a pequeñas poblaciones. En todo caso, las autoridades sanitarias locales temen su expansión hacia otros estados del sur de EEUU, donde se dan unas condiciones favorables para su desarrollo.

Curiosamente, esta especie fue citada el año pasado en Madrid como responsable de la infestación de chinches que sufría el cine Doré, sala de exhibiciones de la Filmoteca Nacional. En varias informaciones aparecidas durante ese verano de 2015 se afirmaba que se habían cerrado las dos salas del referido cine por la infestación “de la especie tropical C. rotundatus”, denominación sinónima de C. hemipterus. La plaga fue controlada con éxito, aunque no está claro que fuese la especie tropical la responsable, debido a la falta de verificación científica.

Las chinches de cama tropicales pueden causar los mismos problemas de salud que las comunes: picor, reacciones cutáneas, ansiedad, insomnio, etc. Puesto que ambas especies presentan similar comportamiento y biología, los métodos de control deberían ser también los mismos. Sin embargo, existen estudios que afirman que C. hemipterus podría expandirse con mayor facilidad. Independientemente de esto, como ocurre con otras plagas, existe el riesgo de que el cambio climático ayude a que esta especie acabe llegando a otras zonas que, en principio, no le son favorables.

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