Actualizado martes 05/05/2009 21:41 (CET)

MADRID.- Amaia Salamanca avanza apresuradamente por un lateral de la sala. Sorprendentemente ignorada por el personal. Las miradas, todas, están concetradas en otro punto. La tormenta de flashes continúa en dirección opuesta. Si 'Cata' se aleja y Miguel Ángel Silvestre, 'el Duque', no está ya en la serie. ¿Quién se esconde detrás de la nube de fotógrafos? "Mi nombre el Manolo Cardona", son sus primeras palabras. Él es el 'sustituto' del 'Duque'.

"Guapo", "atractivo", "galán"... Los calificativos dan pistas. Todos lo tienen claro. Hasta las fotógrafas 'rompen el protocolo' para retratarse junto a él. Es su primera aparición pública como nuevo protagonista de 'Sin tetas no hay paraíso'. Apenas unos minutos bastan para comprobar que no sólo hereda de Silvestre el protagonismo de la ficción. También la atención mediática. Se sabe la lección. Corrección y buenas palabras como carta de presentación.

"No se parece en nada a Miguel Ángel Silvestre. Sólo en lo guapo que son los dos", sentencia Miriam Mateo, productora ejecutiva de Grundy. "Buscamos al actor que pudiera protagonizar el personaje creado. No dijimos: 'Vamos a buscar un guapo y luego escribimos el papel'", completa Leonardo Baltanás, director de producción de contenidos de Telecinco. "No buscábamos al sustituto de Silvestre".

Es verdad, Miguel Ángel Silvestre ya no está en la serie. Al menos físicamente, porque su nombre se pronuncia a cada minuto. Sombra alargada la suya. "No ha sido fácil encontrar a su sustituto. Se ha peinado el mercado español e iberoamericano. Sabíamos cómo debía ser el personaje, pero nos faltaba la cara", desvela Baltanás. Ya hay rostro.

Ojos azules, barba recortada, aire 'chulesco' y acento latino. Cardona se pasa al lado de los buenos. Sí, antes era malo. Recientemente ha protagonizado dos papeles de narcotraficante: en 'Marina' (serie que emitía La 1) y 'El cartel' (producida por Telemundo). Ahora cruza la línea. Estará del lado de la ley, a su manera, claro. "No siempre aplica los métodos ortodoxos. Está siempre al límite de la ley", explica Mateo.

El narcotráfico no es algo ajeno a Cardona. No sólo profesionalmente. En su niñez, lo sufrió en Colombia. "Lo viví de niño y era una situación de mucho represión", confiesa. "Mi consejo a los jóvenes es que se aparten de él. Igual puedes conseguir el cielo en un mes, pero es un cielo efímero. Acabas tiroteado o en la cárcel". Pero reconoce que para el público es un mundo atractivo: "Como es algo que no conocemos a fondo hay un morbo por saber qué está detrás de este mundo de 'glamour', excesos, drogas, mujeres y dinero".