CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El envío de recursos de mexicanos radicados en Estados Unidos rompió su racha positiva en marzo pasado, al retroceder 2.4% en marzo pasado, informó el Banco de México (Banxico). En ese mes el saldo de remesas que recibió el país fue de dos mil 200 millones de dólares, provocado por la depreciación que registró el dólar en las últimas semanas, además de la desaceleración económica en la Unión Americana. De acuerdo con el análisis de BBVA Bancomer, el país gobernado por Barack Obama creció un 0.5% durante el primer trimestre de 2016 a tasa anual, lo cual podría mermar las expectativas de empleo para el resto del año. No sólo eso, el dólar ha experimentado una depreciación significativa desde mediados de febrero de 2016 de un nivel máximo de 19.12 a 17.11 pesos por dólar a finales de marzo de 2016. “Esto se traduce en una depreciación de 10.5%, y por tanto, tiene como consecuencia la disminución del valor del dinero enviado a México desde Estados Unidos”, señaló BBVA Bancomer. Las remesas son una de las principales fuentes de divisas de México, junto con los recursos obtenidos a través de la Inversión Extranjera Directa (IED), el turismo y las exportaciones petroleras. La buena noticia es que en el primer trimestre de 2016 este flujo de dinero que es enviado por más de 11 millones de mexicanos se dispararon 8.6% en el primer trimestre del año al alcanzar los seis mil 215 millones de dólares. Dentro del país, la Ciudad de México, Guerrero, Sonora y Chihuahua fueron las entidades federativas con los mayores incrementos porcentuales en la recepción de remesas durante el primer trimestre de 2016, con más del 15%. Sin embargo, los estados que tienen mayor dependencia de estos flujos de dinero son Michoacán, Guanajuato, Jalisco, Oaxaca y el Estado de México. De acuerdo con BBVA, los hogares receptores experimentaron un incremento de sus ingresos por remesas de sólo 11% en términos reales con respecto al mismo mes del año anterior, siendo el incremento más bajo desde febrero de 2015.