Esculturas ‘matemáticas’ que engañan a los sentidos

Es un objeto de plástico rígido y es fácil imaginar que los pinchos redondeados son blandos como los de una anémona. Las esculturas cinéticas de John Edmark ponen de relieve lo poco fiables que pueden ser nuestros sentidos con respecto a la realidad. El cerebro humano siente debilidad por rellenar espacios vacíos para generar ilusiones ópticas o imaginar un movimiento vivo donde sólo hay una rotación rápida.

«Mientras el arte es a menudo un vehículo para la fantasía, mi trabajo es una invitación a profundizar más en nuestro mundo y descubrir cómo de asombroso puede ser». El diseñador, artista e inventor estadounidense, conocedor de que «el cambio es la única constante en la naturaleza», adora los patrones, las rotaciones y los giros de precisión matemática.

Esculturas cinéticas de John Edmark - Imágenes: www.shapeways.com

Esculturas cinéticas de John Edmark – Imágenes: www.shapeways.com

Blooms —término empleado en inglés para referirse a las flores totalmente abiertas— es una colección de esculturas cinéticas impresas en 3D pensadas para ser «animadas» con un estroboscopio.

Edmark aclara que el sistema no es el del zoótropos. Los destellos se adecuan a la rotación progresiva del número áureo (phi), un número algebraico relacionado con muchos diseños geométricos de la naturaleza, como el de los girasoles, las piñas, las alcachofas o las hojas de algunos árboles. De hecho, el autor también juega con alcachofas y cactus.

«La velocidad de rotación y el ritmo de la luz estroboscópica (…) están sincronizados para que un flash se dispare cada vez que la flor esté a 137,5º«, es decir, cuando la flor alcanza el conocido como ángulo de plata. En el vídeo Blooms 2, una recopilación de varias de sus esculturas cinéticas, aclara sin embargo que no utiliza una luz estroboscópica, sino una cámara con una alta velocidad de disparo para «congelar frames individuales de la escultura girando».

Helena Celdrán

1 comentario

  1. Dice ser uauu

    Que belleza…
    gracias Helena y Anxel

    20 enero 2017 | 16:29

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