FIESTAS Durante el concierto de Alejandro Fernández

El frío encuentro de Genoveva y Eugenia Martínez de Irujo

  • La ex cuñadas no se saludaron ni se dirigieron la mirada durante el recital del mexicano

  • Genoveva y Eugenia no fueron las únicas en ir. Estuvo Isabel Preysler, Nuria González...

Eugenia y Genoveva, durante el concierto de Alejandro Fernández.

Eugenia y Genoveva, durante el concierto de Alejandro Fernández. GTRES

Era sin duda una de las citas de este verano en Madrid y nadie se la quiso perder. Alejandro Fernández regaló la noche de este miércoles un concierto único en el inconmensurable escenario del Teatro Real de la capital. El éxito de la convocatoria fue total. Ataviadas con sus mejores galas llegaron las mujeres más cotizadas de la noche. Fue el caso de una siempre perfecta Isabel Preysler, cuyo coche la dejó a las puertas del Teatro minutos antes de comenzar el concierto. Una maniobra perfecta con la que evitó las preguntas de la prensa y le permitió entrar directamente al palco que compartió con otras 'celebrities'.

Poco a poco fueron apareciendo Nuria González, sin su marido Fernández Tapias, o Carmen Martínez-Bordiú, que tampoco acudió acompañada. Las tres ocuparon la primera fila de un palco que bien podía ser la próxima portada de la revista 'Hola'. Espectacular también vimos a Genoveva Casanova, que iba vestida con un vestido color coral. La mexicana entró rápido al palco reservado para las invitadas más privilegiadas y ocupó la zona más cercana al escenario, lo que le permitió disfrutar en primera fila del concierto de su compatriota. Genoveva apenas se relacionó con el resto de sus compañeras, a las que se las vio mucho más animadas y poniéndose al día los minutos previos a que comenzara el espectáculo. Tampoco faltó a la cita Eugenia Martínez de Irujo, quien enseguida se sumó a la animada charla que mantenían Preysler, Bordiú y Nuria González. La pequeña de los Irujo se mostró amable y sonriente con los allí presentes, pero llamó la atención que evitara en todo momento saludar a Genoveva Casanova.

Ni Eugenia hizo el amago de acercarse a ella, ni ésta giro la cabeza para lanzar un saludo al aire. Durante las casi tres horas de concierto ninguna de las dos se dirigieron ni una sola mirada. Tampoco se produjo dicho saludo al finalizar el concierto ya que Eugenia abandonó el Teatro Real segundos antes de comenzar el primer bis del mejicano. Lo que si podemos confirmar es que a todas ellas se las vio bailando, aplaudiendo a rabiar y entonando las canciones de un Alejandro Fernández que lo dio todo sobre el escenario. Mientras que Genoveva cantaba todas las rancheras, la Preysler se decantaba por canciones dedicadas a las mujeres como 'Mátalas'. Carmen Martínez-Bordiú optaba por grabar con su teléfono clásico como 'Hoy tengo ganas de ti', mientras que Nuria González disfrutó como nadie de los éxitos de siempre como fue el caso de la canción 'Se me va la voz'.

Ilustres invitados

Solas e igualmente animadas también pudimos ver a Lydia Bosh, Juncal Rivero o Cecilia Gómez que ha vuelto a recuperar la ilusión y la sonrisa tras su ruptura con el deportista Jesús Carballo. La bailaora ha decidido dar carpetazo al pasado y comenzar una nueva relación con el empresario Nacho Barroso, con el que se la ha visto compartir baños y besos en las playas de Cádiz.Tampoco faltaron las parejas enamoradas de nuestro panorama social. Es el caso del tenista Feliciano López y Alba Carrillo, David Bustamante y Paula Echevarría que estos días están celebrando su octavo aniversario de casados, Juan Ramón Lucas y Sandra Ibarra o Juan Peña y su chica, la guapa periodista, Sonia González, que de momento no piensan en boda.

Alejandro Fernández además, tuvo dos espectadores de lujo como es el caso de Miguel Bosé y de Antonio Orozco. Miguel, al que vemos en muy pocos eventos sociales, ocupó los asientos centrales del patio de butacas junto a su madre Lucía. El mejicano sorprendió a un Bosé, que estuvo muy animado toda la noche, interpretando su mítico tema 'Te amaré', un gesto que Miguel agradeció sorprendido y emocionado, levantándose de su asiento y lanzando un abrazo al mexicano. Una noche para el recuerdo y para la historia. La noche en la que el público del Teatro Real sucumbió a la voz poderosa de Alejandro Fernández.

Eran cerca de las nueve y cuarto de la noche y Alejandro Fernández se presentó poderoso, ataviado con un traje negro, rodeado de mariachis, de la Orquesta Filarmónica de España y como él mismo quiso dejar claro: "Con mucho orgullo y con todo el sentimiento para hacer que esta noche sea histórica".

Unas palabras que dieron paso a dos horas y cincuenta minutos de un directo arrebatador donde se presentaba la nueva producción 'Confidencias' que se mezclaba con sus éxitos de siempre. Pero sin duda, el momento álgido de la velada tuvo lugar cuando habiendo pasado el ecuador del concierto y tras una breve ausencia del escenario, Alejandro Fernández retornó vestido de charro y las rancheras comenzaron a tomar forma en su poderosa voz. El mexicano no escatimó en esfuerzo, estaba feliz, se le notaba y no era para menos. El Teatro Real estaba lleno, vibrada al ritmo de sus canciones y entre el público unos espectadores de lujo, sus hijos que observaron con orgullo como el público de Madrid se entregaba al arte de un Alejandro Fernández que dio, una vez más una clase magistral sobre el escenario.

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