MADRID, 5 OCT. (EDIZIONES) -
Situarse a la misma altura que el resto de personas y poder mirarles a los ojos es una de las sensaciones más ansiadas por las personas en silla de ruedas. Un nuevo artefacto denominado UPnRIDE no sólo brinda la oportunidad de volver a experimentar esta sensación, sino que además permite a las personas con movilidad reducida desplazarse en posición vertical.
UPnRIDE es un dispositivo robótico con funciones de exoesqueleto que proporciona un amplio abanico de movimientos a las personas sin movilidad o con dificultad para erguirse o caminar.
Esta silla robótica puede pasar de cuatro ruedas a dos en cuestión de segundos y es capaz de moverse en cualquier superficie gracias a un sistema automatizado para sortear obstáculos.
Inicialmente, el invento estaba pensado para aquellas personas que no tuvieran ningún tipo de movilidad reducida en los brazos, puesto que requería de fuerza en las extremidades superiores, pero el año pasado la compañía UPnRIDE robotics lanzó un nuevo prototipo que se maneja mediante un joystick.
La silla de ruedas vertical está formada por una plataforma de cuatro ruedas impulsadas por un motor eléctrico similar al de un Segwey, e incluye una pequeña grúa vertical que permite poner en pie al usuario. También está equipada con anclajes que aseguran que la persona pueda articular con seguridad los movimientos.
La movilidad en posición vertical proporciona numerosos beneficios a los discapacitados. "El simple hecho de pasar de la posición sentada a ponerse de pie tiene enormes impactos psicológicos para personas que están inmovilizadas por traumas medulares, parálisis cerebrales, esclerosis múltiple, ELA y otras condiciones", asegura la web de UPnRIDE.
A nivel físico, estar de pie estimula la circulación y el tránsito intestinal, mejora la densidad ósea, fortalece la musculatura y previene úlceras, entre otros beneficios. Gracias a esto --señala la compañía-- disminuyen los costes de tratamiento y rehabilitación tanto para la persona afectada como para el sistema de salud.
La silla ha sido creada por Amit Goffer, un ingeniero eléctrico y computacional israelí que quedó tetrapléjico después de sufrir un accidente automovilístico. Aunque ya se ha iniciado la producción de modelos de prueba, la comercialización del producto no está prevista hasta principios de 2018.
