El nuevo nicho civilizatorio del ciberespacio

La red social como un desarrollo de la cibercultura

Jesús Galindo

Facebook es masivo, un alfabetizador fácil, con una arquitectura simple, una convergencia digital alta y sencilla. Promotor de un tipo de cultura de lo fácil, lo divertido, lo accesible. Es el nicho perfecto de una nueva cultura emergente, todo en retazos, integrado en forma efímera, siempre en movimiento, sólo tocando la superficie.

Fotografía: "Facebook Illustrations" por Escapedtowisconsin @ Flickr

El proceso civilizatorio en los seres humanos ha dependido de los marcos ecológicos donde se ha desarrollado. Durante siglos, el clima y la localización geográfica fueron los factores centrales para la sobrevivencia y los pequeños pasos hacia una mayor independencia de la naturaleza. Todo cambió cuando la ciudad hizo su aparición: el gran metabolizador del cambio humano. Pero aún faltaba algo más: la aparición del ciberespacio, con el antecedente de los medios electrónicos de difusión. Y quizás aún falte más. Por ahora, la nueva ecología emergente con su peculiar metabolismo civilizatorio e independencia de la naturaleza es el mundo digital. Y estamos ensayando para percibirla y entenderla. Observemos y pensemos por un momento a Facebook.

Un fenómeno social

Nuevos tipos de redes sociales entran en escena a mediados de la primera década del siglo XXI. Emerge una nueva Internet a partir del correo electrónico y las listas de correos, pasando por las salas de chat, el hipernews, hasta llegar a Myspace, Facebook, Youtube, Flickr y Twitter. Existen varios tipos de nuevas redes sociales en el momento actual, redes educativas, redes profesionales, redes de innovación, redes de entretenimiento, redes ciudadanas, redes de socialización, y otras.

El fenómeno está aún en emergencia y ocupando nuevos nichos de actividad a partir de diversos intereses y connotaciones de grupo. Pero entre todas ellas es Facebook la reina: el gran fenómeno de las redes sociales en el ciberespacio.

Las redes sociales tienen diversas definiciones pero hay una general que contiene elementos que implican a las llamadas redes sociales en Internet.

l Definición general de red social en Wikipedia. Una red social es una estructura social compuesta de personas (u organizaciones u otras entidades), las cuales están conectadas por uno o varios tipos de relaciones, tales como amistad, parentesco, intereses comunes, intercambios económicos, relaciones sexuales, o que comparten creencias, conocimiento o prestigio.

l Nota en Wikipedia. Es importante distinguir entre red social o redes sociales y los “servicios de red social”, como Facebook y MySpace, entre otros. Las redes sociales como campo de investigación tienen campos de aplicación mucho más amplios que los de los “servicios de red social”.

l Concepto de redes sociales en la web según Dana Boyd y Nicole Ellison. Servicios basados en la web que permiten a los individuos: 1) construir un perfil público o semipúblico dentro de un sistema delimitado, 2) articular una lista de usuarios con los que comparten una conexión, 3) ver y recorrer su lista de conexiones y aquellas hechas por otros dentro del sistema. La naturaleza y la nomenclatura de estas conexiones puede variar de un sitio a otro.

Nueva forma de cultura

Dentro de este perfil general y acotado a la web, lo que sucede con Facebook impresiona. Nace en 2004, tiene en la actualidad cerca de 500 millones de usuarios, la mitad navega todos los días. El 10% actualiza su perfil todos los días. Se suman medio millón de usuarios por día. Ha crecido 250 millones en un año. En 2009 su crecimiento entre usuarios de 18 y 24 años fue de 5%, entre los  25 y 34 de 60%, y entre los 35 y 54 aumentó 190%.

Facebook es masivo, un alfabetizador fácil, con una arquitectura simple, una convergencia digital alta y sencilla. Promotor de un tipo de cultura de lo fácil, lo divertido, lo accesible, es el nicho perfecto de una nueva cultura emergente, todo en retazos, integrado en forma efímera, siempre en movimiento, sólo tocando la superficie.

Una complejidad que muta todo el tiempo, que parece no concretarse en nada, que siempre está en cambio, sin sedimento, sin forma de fondo, sin profundidad alguna. Ejemplo claro de una nueva forma de la cultura contemporánea.

La participación en sus espacios colectivos es baja. Es una plataforma construida hacia lo socialmente aceptable, que ha permitido el acceso masivo de los conservadores, de los tradicionales. Se centra en la subjetividad del usuario más que en intereses y conocimientos compartidos. Su cultura convergente y participativa es aún emergente. Los lazos fuertes previos al ciberespacio son los que mantienen sus redes sociales. Continuidad de la vida online de la vida offline. Reforzamiento de lazos preexistentes. Nada ha convocado a los analfabetas digitales en la forma en que lo ha hecho Facebook.

El gran secreto de su útil convergencia y el boom demográfico es la simplicidad en las habilidades necesarias para moverse en su plataforma. La comunicación de elite, de especialista, es desplazada por la interacción simple y sencilla. Facebook es masiva, y democrática. Los usuarios tienen una forma de interacción básicamente lúdica, de placer. Mundo superficial de paseo, de gozo.

Su arquitectura

El deporte ha sido considerado como una configuración del proceso civilizatorio. El punto clave de esta evaluación es el movimiento hacia la complejidad que parte del control y el autocontrol, frente a la violencia y la agresividad espontánea y visceral. El deporte civiliza, el fútbol y el béisbol son parte de una onda general que mueve a la convivencia humana hacia un nicho superior de construcción de las relaciones sociales y los vínculos estructurales. Los ciudadanos pasan de ser guerreros asesinos a parlamentarios dialogantes, la cortesía y las normas del diálogo van de la mano del deporte.

El punto aquí es que la Internet también es una configuración de civilización, y en particular los servicios de redes sociales pueden ser claves en la construcción de nuevas relaciones sociales de convivencia. En ese sentido Facebook es un caso ejemplar, como el fútbol es para el deporte. La comunidad de redes sociales más grande del mundo está promoviendo la convivencia pacífica, las relaciones sociales como situaciones de intercambio de información y de afecto cuya consecuencia es una mejor estructura del movimiento social general de convivencia.

En este argumento la arquitectura de Facebook es el elemento central. Al ser relativamente fija y estable está permitiendo el acceso masivo y múltiple de todo tipo de personas, que de otra manera no llegarían al ciberespacio y a su marco de posibilidades.

Facebook por su arquitectura accesible es un alfabetizador digital, y en ese sentido una puerta grande a la cibercultura, un nicho de convergencia civilizadora.

En Facebook la gente convive pacíficamente: pone en escena lo mejor de sí en un sentido lúdico y armónico. La plataforma condiciona a que todo sea cordial, amable, simpático. Y con ello refuerza estructuras de convivencia, y por tanto civilizatorias.

El software, la forma hace al contenido. El comportamiento es en parte determinado por lo que permite y hace posible la arquitectura de la plataforma. Se condiciona a partir de lo básico: interfaz, contenidos, circulación de información. Forma comunidades a partir de la suma de egos, promoviendo los lazos pre-existentes. El ciberespacio es diversos espacios configurados según diversos formatos o arquitecturas. Esas arquitecturas prescriben lo que se puede y lo que no se puede hacer. Todo está regulado a partir del software, el cual prescribe conductas y comportamientos.

Cultura de la convergencia tecnológica a la mano de usuarios con poca o ninguna habilidad cibercultural. Audiencias operando de la mano de las empresas del ciberespacio. Facebook aparece como un nuevo organizador de la red. Primero fue la lógica constructiva de Yahoo, luego la de Google, y ahora los servicios de las redes sociales. La llamada web centrífuga (Google), la que te lanza hacia fuera en la búsqueda de información, frente a la web centrípeta (Facebook), que te concentra en los lazos que ya tenías, y algunos más. Esa es la noticia: el servicio de redes sociales refuerza la comunidad social, y al mismo tiempo la enriquece. No se trata de una gran revolución de la convivencia humana como sueñan los tecnofílicos, sino de una plataforma de sociabilidad que la web no había tenido con esta extensión.

La ley del 90-9-1

No todo son buenas noticias aunque la base está ahí, y el reto a la imaginación constructiva hacia el futuro. Los individuos hablan de sí mismos. No hay diálogo en profundidad. Aunque rompen la norma 90-9-1, no desarrollan una gran participación.

La ley 90-9-1 refiere que de cada 100 usuarios 90 sólo observan, nueve participan esporádicamente, y sólo uno propone los contenidos, según la Ley Nielsen.

Pero en Facebook publicar es fácil, todos somos potenciales creadores en esta accesible plataforma. La participación masiva coincide con una aparente degradación de los contenidos. Lo popular irrumpe en Internet. Puro entretenimiento, exhibicionismo exacerbado y contenidos banales.

Más que promover nuevas relaciones, refuerza las existentes por nuevos medios. Las redes íntimas no pasan de 30 o 40 personas. Relevante la importancia del uso del nombre real. Eso promueve el contacto con el mundo pre-existente. Cuantos más vean mi vida, mejor. Presentación ficticia de la realidad. Presentación realista de una ficción. Gente reunida por lo que ya tiene en común. No se participan las diferencias. Hay seguidores, soles virtuales y linkers (propiamente participativos). Diversos roles en el nuevo entorno social virtual, el conversador, el proveedor, el promotor, el recomendador, el crítico. El mundo social de las redes en el ciberespacio se complejiza. Aumento en las formas de socialización y comunidad en el ciberespacio.

La red social de Facebook se configura en la forma de la comunidad. ¿Desarrolla socialización? Facebook: una agenda de conexiones sociales, frágiles, mundanas, débiles. Los lazos débiles y de paso son el centro de la configuración comunitaria de la plataforma. Los vínculos se generan y reproducen en superficie. Pero existen, se multiplican, se extienden, colonizan territorios, se van complejizando poco a poco, se desfiguran, se vuelven a configurar. Lo que ahí sucede se parece en principio a lo que pasa fuera del cieberesapcio, y en la comparación parece perder, pero hay más, mucho más, y en aumento.

Mirada comunicológica y de ingeniería social

Facebook es parte de un momento en el desarrollo del ciberespacio y la cibercultura. Es quizás el momento más interesante de todos los hasta ahora vividos. El gran boom de Internet vino de dos figuras claves. Por una parte, la necesidad de información, el acceso a sistemas de información antes cerrados, y la circulación de paquetes de información como nunca en la historia humana. Y por otro la aparición de las comunidades virtuales, que anunciaban el potencial social de esta nueva ecología hacía el futuro. Ambas figuras asociadas a sistemas de información y a sistemas de comunicación han continuado su evolución, y hoy ofrecen escenarios emergentes de proporciones fantásticas.

El ciberespacio es un escenario donde múltiples sistemas de información tienen un nuevo nicho para difundirse, a gran velocidad, con impecable fidelidad. La figura de Google es clave en esta configuración. Pero, por otra parte, los sistemas de comunicación han ido aumentando su metabolismo de acción en esta nueva ecología humana. Lo primero que asombraba era el contacto entre los diferentes para configurar extrañas formas de lo novedoso, de lo excéntrico, de lo innovador. Pero faltaba lo mejor: la aparición masiva de los mundos comunes y conservadores, la mayor parte fuera del ciberespacio. Esta parte del mundo había entrado poco a poco al emergente cibermundo, pero sobre todo a través de sus intereses más comunes en lo económico, y después en lo político, faltaba la gran masa social. Y fueron los servicios de redes sociales los que permitieron lo último que faltaba.

La entrada mayoritaria del mundo social al ciberespacio aún no acontece, para eso faltan ciertas condiciones. Lo acontecido con Facebook es un anuncio de lo que sucederá cuando eso aparezca. De ahí la importancia de observar y pensar lo ocurrido en esta primera década del Siglo XXI. Una configuración por completo no natural, y no sólo humana, está en movimiento. El ciberespacio trae consigo el potencial de contacto humano más impresionante en la historia. La mediación digital cambiará al mundo por completo. Un proceso de Ingeniería Social espontáneo está en proceso, y la necesidad de una reflexión está en la mesa.

Los procesos de dominación y colaboración en las figuras de difusión e interacción, tienen en el ciberespacio una expresión intensa y extensa. El uso epistemológico de la difusión y de la interacción está en curso, sólo la imaginación es el límite. Por ahora tenemos a muchos habitantes del ciberespacio y poca actividad e interactividad equivalente a la que se da fuera del cibermundo. Pero la situación está cambiando, el metabolismo de vida social de la web va en aumento, y está modificando la vida fuera de la web cada vez más. Parecería que la cibercultura aporta más a la cultura individual que a la cultura convergente colectiva. Pero esto no es así del todo; la colaboración y la emergencia de una cibercultura constructiva colectiva y participativa está por evolucionar en un salto hacia delante, la cultura wiki.

La brecha digital

Hay gente fuera y gente dentro. La separación y la distancia tienen efectos aún difíciles de precisar o de entender. Los sistemas de comunicación fuera del ciberespacio se mantienen estables en sus propias genealogías, pero están siendo afectados por los nuevos lazos virtuales. Los sistemas de comunicación mixtos, mundo- cibermundo, son impredecibles por el momento en su desarrollo y complejización. Los que quedan afuera permanecen sujetos a los hilos culturales del pasado, los que estaban dentro parecen iniciar nuevas genealogías. Pero las relaciones entre el dentro y el afuera en emergencia están mutando las claridades primeras.

Las instituciones sociales en general están en el pasado: son previas al ciberespacio. Hay rutas paralelas separadas entre el cibermundo y el mundo. El hipermundo existe, el mundo mixto gana espacio, pero también aprende a convivir con sectores segregados del cibermundo. Todo está moviéndose muy rápido y acomodándose de nuevo. La percepción empoderada es clave, y más urgente la intervención empoderada. Comunicología e Ingeniería en comunicación social del ciberespacio. Tareas urgentes, imprescindibles, y no podemos esperar al campo académico para desarrollarlas.

Bibliografía

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Doctor en Ciencias Sociales. Promotor cultural en diversos proyectos desde 1972. Profesor en Argentina, Brasil, Colombia, Perú, España y México desde 1975. Miembro del Programa de Estudios sobre las Culturas Contemporáneas desde 1985. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores SNI-CONACYT desde 1987, SNI III. Promotor de la Red de estudios en teoría de la comunicación (REDECOM) y del Grupo hacia una Comunicología posible (GUCOM) desde el 2003.  Correo electrónico: arewara@yayoo.com

2 comentarios a este texto
  1. Puntos a destacar y que no encontré leyendo su texto:
    – La nueva mala ortografía, derivado del culto a la escritura fácil y presente cada vez con mayor frecuencia y donde el uso de galimatías se torna «cool»
    – Facebook tal vez sí sea la comunidad web reina, pero habría que acotar que esto podría ser válido únicamente para México. Años atrás fue Hi5, en ciertos nichos lo es aún MetroFlog y entros países MySpace, Orkut y Youtube aún dominan. Digamos, es reina al momento y en México, solamente.

    Por otra parte, considero que los términos «Redes Sociales» o «Social Media» son epistemológicamente ambiguos, al momento de que se sitúan como un fenómeno del mundo digital cuando podemos crear «Redes Sociales» no sólo en la web. Lamentablemente el uso ya desbordó la posibilidad de llamarles de otra forma, aún así valdría conceptualizar este proceso comunicativo de una forma menos confusa.

    Profesor, le mando saludos y espero verlo pronto.

    Carlos

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