La compañía Repsol inició ayer en aguas canarias el sondeo denominado "Sandía", ubicado a unos 54 kilómetros de Fuerteventura y a 62 de Lanzarote, y que le supondrá un coste de unos 200 millones de euros. Esta cifra resulta de la inversión previa (evaluación ambiental, estudio del fondo marino o logística) y de la exploración en sí misma.

Así lo explicó Marcos Fraga, portavoz de la multinacional, quien agregó que, de resultar "alentadora" esta primera tentativa, la empresa destinaría otros 100 millones de euros a un "segundo y último" sondeo (Chirimoya), dado que el tercero (Zanahoria) está descartado. Sea como fuere, la "única" prospección que "a día de hoy" se va a hacer es la que comenzó ayer alrededor de las 6:30 horas.

"Si el resultado del primer sondeo es negativo, Repsol se replantearía seguir adelante y lo más probable es que el barco se fuese a otro destino", indicó Fraga, que precisó que, efectivamente, ese hipotético supondría que la petrolera abandonaría las aguas del Archipiélago. ¿Y cuáles son las posibilidades de éxito? Según el portavoz, van del 15% al 20%, lo que supera la media internacional, pese a que, a primera vista, el porcentaje pueda resultar bajo.

Además, desde Repsol afirmaron que se han cubierto con éxito las etapas anteriores, así como que tienen la posibilidad de hacer un sondeo con "todas las garantías" y en el punto exacto en el que consideran que hay más opciones de encontrar hidrocarburos. Paralelamente, señalaron que está previsto dedicarle dos meses de trabajo a tomar muestras en la zona y determinar si hay petróleo "en cantidad y calidad".

Específicamente, se trata de una sola exploración con la que se quieren inspeccionar dos estratos geológicos que se consideran "interesantes" y que se ubican en una misma perpendicular. "El primer objetivo está a 1.900 metros y el segundo, a 3.050", apuntó Marcos Fraga, que calificó de "asombrosa" la tecnología que se está aplicando.

"No se ha hecho nunca en España un sondeo exploratorio con un barco como el que está utilizando Repsol en Canarias", informó un portavoz que también resaltó las características del barco con el que se está realizando la operación: "Es el más moderno que existe en el mundo para este tipo de trabajos y está capacitado para realizar sondeos en condiciones mucho más extremas, a una profundidad hasta cuatro veces mayor".

Tampoco escatimó en halagos hacia las medidas de seguridad: "Se está utilizando el estándar noruego. La empresa se ha autoimpuesto un estándar que es superior al de la legislación nacional, que ya es estricta; pero la compañía ha querido dar un pasito más. Se ha establecido, como responsabilidad, llevar también hasta el máximo las garantías en este proyecto en aguas próximas a Canarias".

En otro sentido, puntualizó que los canarios pueden estar "tranquilos" porque están en las "mejores manos" en cuanto a tecnología, profesionales y experiencia de una empresa que, dijo, trabaja en más de 30 países y que ha cosechado a lo largo de su historia "grandes éxitos exploratorios" en aguas de Brasil, Estados Unidos y "otros muchos países".

Avanzada la tarde, Fraga detallaba que los sondeos continuaban con "total normalidad", dentro de un proceso consistente en descender y en ir asegurando los tramos; unos trabajos que se desarrollan con "bastante lentitud" al tratarse de labores en las que la "precisión" es clave.

Además hizo énfasis en que la compañía Repsol cuenta con un permiso de exploración, que no es lo mismo que la producción de petróleo.

Retenido el "Arctic Sunrise"

Greenpeace denunció ayer que el Ministerio de Fomento "retuvo" el barco "Arctic Sunrise" en el puerto de Arrecife (Lanzarote) como medida cautelar después de iniciar un procedimiento sancionador contra el capitán del buque, Joel David Stewart.

La medida se debe, según la ONG, a la supuesta infracción contra la ordenación del tráfico marítimo, según informó la organización ecologista en un comunicado. Los hechos de los que se acusa al capitán están tipificados como infracción muy grave en el Artículo 308 de la Ley de Puertos del Estado y de la Marina Mercante y pueden ser sancionados con multa de hasta 300.000 euros.

Por su parte, el ministro español de Defensa, Pedro Morenés, defendió ayer que la actuación de la Armada contra los activistas de Greenpeace que se manifestaban frente al barco "Rowan Renaissance" fue "en cumplimiento de una orden" y "con proporcionalidad". Añadió que la Armada, "cumpliendo una legítima orden del Gobierno, impidió el asalto, el abordaje a un barco en alta mar".

Rivero afirma que empezó el "asalto" al Archipiélago

El presidente de Canarias, Paulino Rivero, afirmó ayer que con el inicio de las prospecciones, y con el "beneplácito" del Gobierno de España, "ha comenzado el asalto de una empresa privada al territorio canario para usurpar unos recursos que son de los canarios", informó Europa Press.

Rivero dijo que culmina así "toda una serie de despropósitos del Gobierno de España con unas decisiones que no se pueden entender si no fuera por lo insignificante que ven al Archipiélago canario", con un trato "absolutamente colonial" que está llevando a cabo España a Canarias en esto, denunció.

"Ni nos autorizan un referéndum ni nos autorizan una consulta ni responden a la demanda de Canarias", censuró Rivero, quien lamentó el haberse enterado por la prensa del inicio de los sondeos, sobre todo cuando la semana pasada se dirigió por carta al presidente Mariano Rajoy preguntándole al respecto.

Según el presidente canario, este "trato colonial" se inició hace tres años, cuando el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, dijo que iba a haber prospecciones en Canarias, lo que significa que "primero se tomó una decisión política en connivencia con Repsol".