Fred Tomaselli introduce dibujos lisérgicos en portadas de diarios

  • El estadounidense interviene las primeras páginas de 'The New York Times' con creaciones psicodélicas para 'convertir en zumbido de fondo' el horror del mundo.
  • Formas que explotan, oscilan y se arremolinan se mezclan con la realidad en 'subversiones pictóricas' sardónicas, cómicas y de gran riqueza en el detalle.
  • Trabaja siempre en papel como forma de protesta contra la desaparición del soporte clásico en favor de las pantallas y el arte digital.
Collage de Fred Tomaselli sobre una portada del 'Times' que informa de la condena del gestor de un fondo milmillonario
Collage de Fred Tomaselli sobre una portada del 'Times' que informa de la condena del gestor de un fondo milmillonario
© Fred Tomaselli. Photo © White Cube (Max Yawney)
Collage de Fred Tomaselli sobre una portada del 'Times' que informa de la condena del gestor de un fondo milmillonario

Heterodoxo —en sus obras emplea, en sentido textual: inserta plantas psicodélicas y drogas farmacéuticas legales— y con ganas de ofrecer a los espectadores vías de escape hacia estados paralelos de percepción —"quiero que los espectadores se pierdan dentro de mis trabajos", el artista estadounidense Fred Tomaselli (1956) es un rara avis en la creación contemporánea. No se aviene a tendencia alguna y proclama que desea proponer "subversiones pictóricas" con guiños lisérgicos.

El creador, nacido en Santa Mónica (California) y frecuente colaborador de músicos de rock —hizo las portadas de Humming by the Flowered Wine, de Laura Cantrell y i, de The Magnetic Fields—, sólo trabaja sobre madera o papel porque desea dejar claro que le parece un crimen la desaparición de los soportes clásicos en favor de las pantallas de silicio y jamás usa técnicas de software de dibujo o retoques digitales.

Tomaselli expone hasta el 13 de mayo en la Galería White Cube de Mason Yard, en Londres, Paper (Papel), una colección de collages, dibujos, fotos e intervenciones. Buena parte de las obras pertenecen a la serie The Times, que inició en 2005. Se trata de intervenciones sobre facsímiles a tamaño real de portadas del diario The New York Times, gran referencia mundial del periodismo liberal, sobre las que dibuja creaciones psicodélicas para, dice, "convertir en zumbido de fondo los horrores del mundo".

Con la inserción de las imágenes —que van de las formas que explotan, oscilan y se arremolinan a los montajes de contenido cósmico o alienígena—, el artista introduce un elemento de distorsión, siempre cómico, delirante y sardónico, en la tragedia, la realidad y el absurdo de la política global. "Mi objetivo último es seducir y transportar al espectador al espacio de estas imágenes, mientras, al mismo tiempo, revelo la mecánica de esa seducción", explica.

La negociación nuclear con Irán

En una obra un equipo de negociadores en del acuerdo nuclear con Irán se queman los ojos mirando al sol, el horno atómico de nuestro sistema solar; en otra, Trump y Romney aparecen como un único ser de un bestiario aberrante; en una tercera, una tormenta de amebas lisérgicas ilustra una información sobre el calentamiento global; en una más, un financiero condenado por fraude se ha convertido en una especie de ser radiactivo sin facciones...

Emotivas y humorísticas, las intervenciones sobre noticias familiares recuerdan el humor crudo y sin tregua de los expresionistas alemanes, pero Tomaselli prefiere apuntar a los dibujos de la serie Constelación, que Joan Miró pintó a partir de 1939, como respuesta al inicio de la II Guerra Mundial, ofreciendo una visión serena, cósmica e infinita que trascendió los horrores de la destrucción diaria. Del mismo modo, Tomaselli sostiene que está "tratando de transmitir la relación bipolar entre belleza y dolor que define la existencia actual".

'Cultivar un huerto, mirar los pájaros...'

"Quiero que los espectadores se pierdan en mis obras, quiero seducirlos para que escapen de este mundo", afirma el artista, un obseso de la pintura como práctica diaria. "Amo la naturaleza, amo cultivar un huerto, amo mirar a los pájaros, y todo el eso aparece en mis obras. Sólo trato de ser fiel a quien soy", añade.

Tomaselli también emplea otro medio analógico en peligro de desaparición: la fotografía química. Producidos por primera vez en la década de los años noventa, los retratos presentan al mismo tiempo el interior y el exterior del modelo, que antes de posar debe responder a un cuestionario que incluye la fecha de nacimiento y sus drogas favoritas.

Constelaciones y drogas

Con esta información, Tomaselli crea imágenes de constelaciones que, según algunos, determinan el curso de la vida de una persona. Luego añade, como elementos de collage, las drogas que componen las experiencias individuales. Un tercer conjunto de obras incorporan hojas cultivadas en el propio jardín del artsita y pintadas con patrones geométricos de colores y bordes duros.

Considerado un "taxonomista visual", Tomaselli gusta de referirse a sus materiales como "los escombros del pensamiento utópico" o "los restos del trascendentalismo fallido de los años sesenta", combinados con la "ira volátil de punk".

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