En la biblioteca perdida

En la biblioteca perdida
Miquel Molina Director adjunto

Que un gobierno que ha alcanzado un acuerdo presupuestario con un grupo parlamentario rechace después en bloque las enmiendas de la oposición es algo habitual en democracia. Es lo que ha hecho esta semana en comisión el grupo del PP. Previsiblemente, lo repetirá en el pleno que empieza mañana.

Entre las enmiendas que están a punto de expirar bajo el inevitable rodillo figuran las que ha presentado el grupo socialista para fortalecer infraestructuras culturales de Barcelona. Son el fruto de la inmersión que ha realizado su portavoz adjunta, Meritxell Batet, en el tejido cultural de la ciudad, junto con el ex director del Liceu Joan-Francesc Marco.

Con excepción del Gran Teatre, que ya ha recibido un tratamiento presupuestario diferenciado por parte del PP, se trataba de apoyar proyectos culturales concretos, pero también de conseguir fondos para apuntalar la bicapitalidad cultural barcelonesa, reclamada por el Ayuntamiento. ¿Resultado? Otra oportunidad perdida por el Gobierno de tender la mano a quienes tratan de explorar salidas al conflicto sin romper las reglas del juego.

Una víctima colateral de este juego de las sillas que son los presupuestos vuelve a ser la frustrada Biblioteca Provincial de Barcelona, el proyecto cultural maldito de la ciudad. Recordemos: debía construirse en el mercado del Born pero que tuvo que trasladarse para preservar las ruinas de 1714. Eso fue hace más de una década. Desde entonces, un solar adjunto a la estación de França espera una biblioteca cuya construcción debe acometer el ministerio de Cultura.

Horizontal

Una sala de la Biblioteca Provincial según el proyecto del estudio Nitidus en el 2010

Primero, las dudas sobre el emplazamiento y, después, la crisis, acabaron por eternizar el proyecto. Tanto, que otros equipamientos han pasado por delante en la lista de prioridades. Así, el Ayuntamiento está ahora volcado en la Casa de les Lletres, un proyecto que es clave para desarrollar la capitalidad literaria de la Unesco. Por su parte, la Generalitat, que debería equiparla, tampoco la tiene entre sus planes. El mismo ministerio alberga serias dudas sobre la viabilidad del proyecto adjudicado al despacho barcelonés Nitidus, a su entender demasiado costoso hoy en día.

A todo esto, habrá quien piense que invertir en una biblioteca en la era digital no tiene sentido. Pero basta acercarse a estos equipamientos para comprobar hasta qué punto las bibliotecas bien gestionadas se han convertido en agentes activos de agitación cultural de su entorno. En Barcelona sobran ejemplos de centros que, más allá de procurar libros y salas de lectura, se ofrecen como espacios para actividades culturales de todo tipo, para acoger clubes de lectores o para facilitar el acceso a la tecnología a quien no puede pagársela.

Una biblioteca/centro de agitación cultural como la Provincial serviría además como punta de lanza de la única política que puede permitir recuperar la Barceloneta y otros espacios perdidos para la ciudad y sus vecinos: una ofensiva de okupación cultural en toda regla.

Pero no se trata sólo de reinventar las bibliotecas. Estas, todavía hoy, tienen todo su sentido como centros en los que el saber se ordena a partir de los libros y se expande después por el universo digital. La biblioteca analógica está aún en la base de nuestra cultura y el estancamiento de las ventas del libro electrónico así lo sugiere.

Y para aquellos que aún hoy asocian la cultura con el ocio burgués, ahí va una cita rescatada de la reveladora autobiografía de John Lydon, el Johnny Rotten de los Sex Pistols ( La ira es energía, Malpaso): “Por dos de los primeros temas que escribí, Anarchy in the UK y God save the queen, debo dar las gracias al sistema público de bibliotecas del Reino Unido. Lograron su objetivo. Ese fue mi método de entrenamiento, así aprendí a lanzar esas granadas verbales. Yo no me dedicaba a lanzar ladrillos contra los escaparates como una forma de rebelión. Lanzaba palabras donde realmente dolían. Las palabras cuentan”.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...