Berlín.- La Oficina Federal alemana Antimonopolios investiga la legitimidad del aumento en el precio de la gasolina al inicio de esta Semana Santa, precisamente en los días previos a la gran circulación en carretera que se produce en las vacaciones alemanas de Pascua.

El Gobierno alemán ha reaccionado públicamente y con disgusto ante el encarecimiento puntual de la gasolina y ha salido en defensa del sufrido trabajador alemán, que "se merece unas vacaciones sin sobresaltos", según el ministro de Economía, Rainer Bruederle, que ha advertido a los consorcios petroleros que "no tensen la situación en estos días festivos y en medio de la dura crisis que atraviesa el país".

El litro de gasolina cuesta alrededor de 1,44 euros, cuando el precio promedio durante 2009 y hasta hace sólo unos días era de 1 euro, lo que está encareciendo el trasporte en una media de 28 euros por persona y trayecto durante estas vacaciones.

El Ministro de Transporte, Peter Ramsauer, declaró el lunes que es "intolerable" que las empresas incrementen los precios de los combustibles para vehículos en cuanto llega una temporada vacacional y apuntó a sospechas de que las gasolineras de los consorcios petroleros internacionales que hay en Alemania hayan pactado de forma clandestina un aumento simultáneo de precios al comienzo de la Semana Santa.

El presidente de la asociación del sector, Uwe Franke, ha negado esta mañana que haya tenido lugar cualquier pacto de precios y recuerda que, sin impuestos, el litro costaría unos 60 céntimos menos. Franke argumenta, además, que los precios de los combustibles para vehículos empezaron a encarecerse desde hace ya semanas, como consecuencia de los incrementos de los precios internacionales del petróleo, a lo que se suma una cotización más débil del euro contra el dólar.

El hecho es que el alza en los precios de la gasolina y el diesel han hecho subir la tasa de inflación en Alemania este mes al 1,1% desde el 0,6% registrado en febrero, según la Oficina Federal de Estadistica en Wiesbaden.